¿COMO LLORA CHAVELA?

Quisiera llorar como Chavela, pero se que ahora no lo puedo hacer. Retumban palabras de un lado de mi cabeza hacia el otro, palabras que llevan consigo lagrimas, rabia, sinceridad, dolor, remordimiento, ganas de querer ser normal para la sociedad – como si alguien lo fuera – de ser el orgullo de mis padres, la hija buena, la juiciosa, palabras con víctimas y victimarios, palabras que salen de la boca y que quedan deambulando por mi cabeza y el aire qeuda impregnado de ellas, ese aire que aún respiro y el cual creí que ya se había esfumado.

Me pregunto si Chavela vive también en una montaña rusa como yo. Cuando estoy mal, es como si estuviera bajando y pues en las montañas rusas, no se puede bajar y subir a la vez, o baja o sube, pero no las dos cosas al mismo tiempo, entonces el punto es que cuando estoy mal, las cosas se pueden tornar peor como hoy.
Después de un bonito día de ayer, hoy todo pasó de color rosa a color negro. Estoy en la época en que mi montaña rusa está bajando – que tan larga será esta bajada? – baja por mis papas, por mis decisiones, por pensar, por no tener un buen caparazón, por los dolores que me aquejan, por no sentirme bien, por tener la malparidez cósmica hoy :S.
Hoy ni la música logró alivianarme, aunque todo el día la he escuchado, he naufragado en ella, pero sin solución, ahora escribo como suelo hacer cuando me siento así, pero tampoco, no se qué me pasa, estaba bien, ayer recuerdo que estaba bien – ayer si lloraba como Chavela – pero hoy ya no, ya no lloro como ella, ahora lloro como yo.

Melanculiada – como acostumbramos a decir con alguien – sin ganas de ser, y sin ganas de hacer, esperando a que me de sueño, para que este inevitable día acabe, y yo descanse, mientras sueño – vivo – mi felicidad.

La tristeza es un muro entre dos jardines. (K.Gibran), veo la tristeza, pero creo que mis jardines se hallan perdidos en otra dimensión.