miércoles, agosto 28, 2013

- ¿Me amaste?
- Para mí en ese momento sólo estabas tú, yo quería estar contigo
- No te pregunté si querías estar conmigo...
- ¿Por qué dudas si te amé?
- ¿Por qué no me respondes?

jueves, agosto 22, 2013

Estoy Hablando de Ella II

Una vez me dijo que éramos luz contra luz, y no lo creo así, ella brilla con luz propia, pero está lejos de mi alcance, como las estrellas. Su luz es fuerte y suave, valiente y temerosa, sensible y racional, corazón y razón, todo a la vez.
Cuando creo que será su corazón el que va a actuar, un segundo antes la razón termina actuando, y no digo que eso esté mal, sólo creo que es el resultado de un precio alto que ella tuvo que pagar por haber aprendido a amar y después a sufrir. Un precio alto verdad? pero aún así vale la pena seguirle los pasos.
Sus pasos? sus pasos son medidos, los riesgos en ellos pueden estar pero la idea es aminorar esos riesgos y evitar a toda costa volver a ahogarse en el amor, bueno no sólo en el amor. Entonces también diría que sus pasos son de una sensatez exquisita, sí, su sensatez es de otro planeta, toda ella es de otra planeta... De un planeta donde la primera regla - estar bien - es estar también en armonía con los demás. Sí, seguro esa es, porque cuando toma una decisión, en el fondo también piensa en el bienestar de los demás, eso la hace aún más valiosa.

Sus leyes pueden ser inviolables cuando siente que algo la perjudica, sus principios son inquebrantables, tal como su muro fue para mi, inquebrantable. No podría definirla en una palabra, ni siquiera en dos. No cede en algo, si aquello la puede poner en la cuerda floja, no la he visto arriesgarse, y supongo que no la veré hacerlo.

Su edad? No dudo de la edad que lleva dentro, pues por momentos se le escapa esa niña consentida de 5 años de la que una vez hablamos. Entonces cuando menos lo piensas estás con la niña, o sólo con la mujer, o con ambas, es linda esa diversidad en ella.

Su mirada es firme con varios puntos de fuga que la llevan a mostrar toda esa sensibilidad interior, con la que lucha, con la que vive. Esa sensibilidad que la Luna acrecienta cuando llena está. La Luna y ella se comportan inversamente proporcional, cuando la Luna brilla, ella se opaca, cuando la Luna se impone, ella simplemente prefiere no aparecer. A pesar de hablar un poco de su mirada, debo confesar que a sus ojos no he sido capaz de mirarlos por mucho tiempo, así que el color es indescifrable. Sólo podría decir expresivos, es aquí cuando entiendo a los que dicen que los ojos son las ventanas del alma, su alma es el reflejo de la transparencia de sus ojos.


Es detallista, pues analiza cada gesto, cada palabra, cada comportamiento, cada respuesta, cada mirada. Le teme a las cosas que no puede controlar, o bueno quizás temor como tal no es, pero le impacienta no poder controlar ciertas cosas, entonces esa impaciencia y ese no control pueden sacarla un poco de su zona de confort, pero aprende a manejarlo, o le ha tocado aprender. Es receptiva a todo lo que las personas le dicen, muy receptiva, pero sólo cuando se sienta a escuchar, de lo contrario su concentración se pierde, o se va hacia otros los lados, y no la culpo, en eso nos parecemos.



[Quizás eran dos días hábiles...]
 
 

sábado, agosto 17, 2013

 
 
 
 
"Siempre fuiste mi faro en la ciudad" ♫
 
 
Porque cuando vuelo fuera de ella, tristemente, tu nunca puedes acompañarme...
 
 

lunes, agosto 05, 2013


E eu vou te confessar
Que a ânsia de esperar você ligar, me assusta!


domingo, agosto 04, 2013

Ø


La discusión con las estrellas había quedado resuelta. Ni ellas se entrometerían en mis noches, ni yo cuidaría de ellas durante la madrugaba. Ya hace un tiempo que no veo a la Luna ocultarse, ni empiezo a escuchar el canto de los pájaros al despertarse de las copas de los árboles que también saludan con sus Buenos Días.
"No es mi culpa" les insisto, pero ellas creen que yo tuve la culpa, lo llaman delito, ni siquiera sé de qué delito me hablan.
El único delito que creo que cometo esta noche, es no hacerte saber (directamente) que te extraño, que me gustaba/gusta - ya ni sé de qué manera conjugarlo - hablar contigo y pensar que mientras yo le sonreía a una pantalla inerte sin que nadie me viera, del otro lado, en tu pantalla, alguien muy muy vivo podía estar sonriendo.