sábado, abril 04, 2015

Buen viento y Buena mar

Hoy ante el viento, la arena, el mar y su marea te dejé ir, no soltándote, sino despegándome yo de todo lo que pude llegar y quería seguir sintiendo por ti. Ya no hay ni una sola fibra que me ate o que me de esperanzas para quedarme a seguir pensando que tú y yo podemos estar juntas.

Hoy te dejo como el cangrejo ermitaño que deja su concha para ir en busca de otra nueva concha, y quizás nunca se vuelva a encontrar con una concha así como la que dejó porque no va a pasar por ese camino donde se despojó de ella y porque todas las conchas son diferentes, nunca habrá dos conchas iguales. Así bien, hoy soy el ermitaño que se quita la concha, que se despoja de su peso, de su no necesidad, pero de su anhelo, que se despoja de ella porque ya no se siente cómoda con ella, porque le aprieta - necesita una más grande - le impide seguir.
Entonces surge esa necesidad de bien-estar, de quitarse la concha para poder seguir, y así lo hago hoy yo.

Me quito tu peso, los sentimientos que siento por ti, la esperanza, que aunque fuera pequeña, ahí seguía, el tonto impulso de querer buscarte y hablarte, todo tipo de sentimiento, impulso o actividad que pueda alimentar algo que hoy ya quiero dejar y dejé en el mar en un papel que el fuego me ayudó a volver cenizas, y cenizas que las terminó devorando el mar. Ahí te dejé, en la inmensidad del mar, que las olas se lleven todo eso que un día sentí y con lo que fui inmensamente feliz.


Hoy es tiempo de ir a buscar otra concha, o simplemente ir y caminar!
ADIEU!