Tengo mis alas cerradas y mi cuerpo acostado sobre la tierra, más real no puede ser, más resignada no puedo estar, ahora todo lo acepto, y deseo que ellas, juntas logren ser felices, porque eso es lo que los seres humanos tanto anhelamos, yo por mi parte espero que mis alas se vuelvan a desplegar, eleven mi cuerpo hasta un lugar tan alto, y que se abran las puertas de la felicidad, que mi felicidad sea mía y que se la pueda transmitir a todas aquellas personas que se encuentran junto a mí. Qu
 iero volver a volar, recorrer caminos, pasar por hermosos recuerdos y no detenerme en ellos, sino dejarlos pasar, y que se queden como eso…como recuerdos, porque si tiene que pasar de nuevo algo, eso ya es futuro, lejano por cierto…
iero volver a volar, recorrer caminos, pasar por hermosos recuerdos y no detenerme en ellos, sino dejarlos pasar, y que se queden como eso…como recuerdos, porque si tiene que pasar de nuevo algo, eso ya es futuro, lejano por cierto…Quiero volver a volar, ahora solo por mi cuenta, para que sea yo la que decida cuando volver a bajar.
Miro por la ventana, es sólo melancolía, “melancolía del ayer, de cuando quise a una mujer”, como dice la canción, mi amor por ti no se acaba, simplemente se quedará intacto, pero sin sufrimiento por el tuyo por mí ya se haya acabado, no, no sufriré por eso, esto que siento por ti es tan bonito que no vale la pena convertirlo en sufrimiento, sino dejarlo fluir en mi interior, para que después de un tiempo lo recuerde, y sonría. Posiblemente se transformara en un cariño inmenso que te demostraré como amiga, pero por ahora no te lo puedo demostrar de esa manera, cuando te veo, aún sé que mis ojos están enamorados, pero a la vez concientes de todo.
Ya no quiero escribir más, porque cada vez, mirando las calles y metiéndome más en mí cabeza, siento ganas de llorar y me siento mal, y hoy ya lloré lo que tenía que llorar – en el sicoloco – además que no quiero volver a llorar por algo tan bonito que se puede llegar a sentir por otra persona.
Finalizo contando que hoy se cumple un mes desde que Andre y yo terminamos, y me pongo a mirar que muchas cosas de mí han cambiado… y que muchas más lo seguirán haciendo.
 
 lloró, no quería llorar esta vez, estaba delante de ella, y ella ahora le decía que estaba con alguien mas…Respiré profundo, le dije que antes de que nos viéramos había pensado en pedirle otro favor a parte del de los audífonos, pero que ahora que me había dicho eso de Sara, ya no me atrevía a pedírselo, entonces Andre me dijo que se lo dijera… y le dije “Quería que me dieras el último beso”, porque nuestro ultimo beso no fue nada emotivo, ya que una amiga mía había ido a ver con nosotras los capítulos de The L’word, y pues yo me intimido bastante cuando hay alguien que no ha visto esta faceta de mí, pero ahora me arrepiento de eso, porque si hubiera sabido que esa iba a ser la ultima vez que nos daríamos un beso, no me hubiera despegado de su boca…pero bueno, entonces Andre me dijo “Nos daremos un último beso”, eso me sorprendió bastante, pero a la vez me alegró – tenía en ese momento la oportunidad de darle un beso a la ñiña (así le digo de cariño), ¿Qué más podía pedir? – nos dimos el beso, de nuevo sentí miles de cosas, todo se me revolvía, imágenes pasaban, cerraba los ojos como anhelando que ese momento nunca se acabara, pero todo lo bueno tiene un final, nuestras bocas se separaron, y ahí entendí que era la ultima vez que mis labios probarían el néctar de los suyos, su dulzura, su delicadeza, su exquisita manera de besar, que me encantaba, la sencillez de sus besos que me hacían sentir miles de cosas, ahí quedaba todo, y de nuevo mi fortaleza venció a esas pocas ganas que tenía de llorar… y esa vez se cambiaron los papeles, fue ella a la que se le escurrieron algunas lágrimas que yo con mis manos le quise secar, era yo la que le pedía que no llorara, era yo ahora la fuerte (Andre siempre fue la fuerte, y yo la más sensible, la llorona),la que la abrazaba tan fuertemente para que no llorara más. Después cogimos el mismo bus, y hablamos, le dije que yo entendía lo de ella con Sara, le dije también que yo siempre la iba a cuidar, que la quería ver feliz y deseaba que todos sus sueños se hicieran realidad, le dije también que Sara se llevaba a una de las mujeres más bonitas que había conocido, y que esperaba que apreciara eso, y que ni se le ocurriera hacerla sufrir, porque aunque Sara sea mayor que yo, se las veía conmigo, porque yo no iba a permitir que nadie le hiciera daño, y de nuevo de sus ojos brotaron gotitas, que nuevamente con un abrazo y con mis manos quise que desaparecieran.
lloró, no quería llorar esta vez, estaba delante de ella, y ella ahora le decía que estaba con alguien mas…Respiré profundo, le dije que antes de que nos viéramos había pensado en pedirle otro favor a parte del de los audífonos, pero que ahora que me había dicho eso de Sara, ya no me atrevía a pedírselo, entonces Andre me dijo que se lo dijera… y le dije “Quería que me dieras el último beso”, porque nuestro ultimo beso no fue nada emotivo, ya que una amiga mía había ido a ver con nosotras los capítulos de The L’word, y pues yo me intimido bastante cuando hay alguien que no ha visto esta faceta de mí, pero ahora me arrepiento de eso, porque si hubiera sabido que esa iba a ser la ultima vez que nos daríamos un beso, no me hubiera despegado de su boca…pero bueno, entonces Andre me dijo “Nos daremos un último beso”, eso me sorprendió bastante, pero a la vez me alegró – tenía en ese momento la oportunidad de darle un beso a la ñiña (así le digo de cariño), ¿Qué más podía pedir? – nos dimos el beso, de nuevo sentí miles de cosas, todo se me revolvía, imágenes pasaban, cerraba los ojos como anhelando que ese momento nunca se acabara, pero todo lo bueno tiene un final, nuestras bocas se separaron, y ahí entendí que era la ultima vez que mis labios probarían el néctar de los suyos, su dulzura, su delicadeza, su exquisita manera de besar, que me encantaba, la sencillez de sus besos que me hacían sentir miles de cosas, ahí quedaba todo, y de nuevo mi fortaleza venció a esas pocas ganas que tenía de llorar… y esa vez se cambiaron los papeles, fue ella a la que se le escurrieron algunas lágrimas que yo con mis manos le quise secar, era yo la que le pedía que no llorara, era yo ahora la fuerte (Andre siempre fue la fuerte, y yo la más sensible, la llorona),la que la abrazaba tan fuertemente para que no llorara más. Después cogimos el mismo bus, y hablamos, le dije que yo entendía lo de ella con Sara, le dije también que yo siempre la iba a cuidar, que la quería ver feliz y deseaba que todos sus sueños se hicieran realidad, le dije también que Sara se llevaba a una de las mujeres más bonitas que había conocido, y que esperaba que apreciara eso, y que ni se le ocurriera hacerla sufrir, porque aunque Sara sea mayor que yo, se las veía conmigo, porque yo no iba a permitir que nadie le hiciera daño, y de nuevo de sus ojos brotaron gotitas, que nuevamente con un abrazo y con mis manos quise que desaparecieran.