lunes, septiembre 11, 2006

AMBAS EMPIEZAN CON C O N F

(sacado de una libreta)

La confesión en algunos casos es una manera de sacar esas confusiones que te perturban, es como un “libérate” momentáneo.
Claro está que la confesión puede originar también confusión. Que particular es todo esto no? Causa – efecto, efecto – causa, no sé exactamente cual origina a cual, cual es la señora causa, o cual es el señor efecto en este caso. Estas dos palabras solo difieren en una vocal, en una E si eres tú la que lo dice, y en una U si soy yo la que lo digo, creo equivocarme porque posiblemente sea al revés, qué locura. Hoy pensaba no trasnocharme – toda la semana lo estuve haciendo – pero, otra vez, como muchas veces, quedo con los ojos abiertos, y rápidamente el sueño se pierde.
Mi confesión puede quedarse ahí, pero las palabras calladas de un No conectado se quedaron en mi mente rondando y equiparando instantáneamente mis locuras pensantes… pasó a U, a una gran U, pero ya no por mi E, sino por el silencio, su silencio, mi silencio, el silencio de las 2AM de un cuarto solitario con su solitaria adentro, de un rayo de luz que se le escapa a la luna y penetra por mi cortina medio abierta, el silencio de una libreta que contiene mis silenciosos secretos, y en la que ahora escribo estas “dos” palabras, el silencio del parque que se asoma por mi ventana que únicamente deja hablar al viento con las hojas, el silencio de unos mensajes que no hacen más que recordarme la gran U.

Buena madrugada….


(¿confundes o te dejas confundir?, lo indescifrable es confuso, pero interesante, de eso me convenzo cada día mas)

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