domingo, noviembre 17, 2013

16 de Noviembre

Cinco años verdad? Cómo ha pasado el tiempo. Para mi aún parece que fue reciente.
Cómo estoy?...

No fue fácil dejarte ir, y aunque en el fondo todos pensamos que era lo mejor, nunca quise decirte adiós. Quizás por eso no lo hice ese día, y he pensado todos estos años que esta ausencia sólo es temporal y que vas a volver igual que antes, con esa paciencia, ese amor, ese sentimiento maternal con el que acobijabas a todos.

La familia está bien, se mantiene unida y eso no se discute. Tu y el abuelo los criaron bien porque aunque pasen semanas sin verse, en el fondo saben que los únicos que estarán allí para apoyarlos y ayudarlos frente a cualquier problema, son sus hermanos. Tus nietos? Están enormes, sólo falta que el Peque entre a la Universidad, dice que quiere estudiar Medicina, pero aún creo que le falta abrirse a otras posibilidades. Los demás estamos bien, unos estudiando fuertemente en la U, y los mayores trabajando. Aunque no somos tan unidos, cuando hay reunión familiar, tus nietos nos vamos a otro cuarto a jugar, o simplemente a hablar. Debo decir que hoy en día las conversaciones son de temas actuales, política, economía, y cosas que tu sabes que a mí no me gustan, pero escucharlos discutir y ver que han crecido, me toca, me demuestra que el tiempo corre y que nosotros con la niñez que nos dejaste, también. Deberías escucharlos, de verdad son grandes, juiciosos, apasionados por lo que estudian, críticos, grandes personitas que van y van creciendo, incluso el Peque - que ya de Peque sólo tiene el apodo, porque está enorme - habla de esos temas.

Lala a veces se entristece, no fue nada fácil para ella, y más si ella vivía contigo, pero es fuerte y orgullosa, entonces no se deja vencer por nada. Mi mamá siempre está pendiente de ella cuando está enferma o necesita ir a alguna cita médica. No pudieron escoger a mejor hermana mayor que mi mamá.

Bueno, lo demás lo sabes, y de mi por estos días no quiero hablar, pero sé que sabes cómo estoy.
Nunca entendí por qué te nos fuiste tan rápido, después poco a poco fui entendiendo que el Abuelo te hacía falta y que amor como ese no soporta distancias tan grandes como el cielo a la tierra, entonces decidiste ir a acompañarlo a él, además desde arriba, desde el cielo, puedes cuidarnos y mirarnos a todos junto a él, junto a tu esposo. Aunque te extraño y más cuando paso por ese lugar, y me acuerdo de todo, no puedo no llorar. Tampoco puedo dejar de mirar la mecedora que está diagonal a la puerta de la cocina, porque prácticamente era tu mecedora cuando venías de visita, y esto suena loco, pero te siento ahí en la madrugada cuando voy por agua, entonces te miro, sonrío y te recuerdo.


Saludos al Abuelo, que lo extrañamos muchísimo también a él, y cuéntale que hace poco estuvimos hablando de cómo ustedes se conocieron, y cuánto te amaba él. Dile - y esto va para ti también - que no se preocupe, que estamos bien, que familia unida permanece unida, no importa la tormenta que pase.
Sigan desde el cielo cuidándonos.

Los Amo Mucho! Me hacen falta, porque cuando todos hablan de sus abuelitos, yo me acuerdo de ustedes, de lo mucho que me querían y me consentían, y de lo feliz que era cuando me quedaba en su casa, cuando la Nana me hacía sopa de arroz porque sabía que su sopa me encantaba, y el abuelo se ponía a jugar con nosotros, o a bajar duraznos, o llenaba el crucigrama con lo que él creía que era, y después llegaba papá a corregirlo porque la gran mayoría de palabras estaban mal.



Los Amo...

2 comentarios:

Paula dijo...

La lucidez es la herida más cercana al sol. qué belleza de escrito.

Anónimo dijo...

q hermoso...