sábado, julio 20, 2013

20 de Julio

Este día, hoy para mí, está lleno de contradicciones. Hoy mi país celebra el día de la Independencia. Bueno nos independizamos de unos, pero creo que dependemos de otros, es como si esa "libertad" hubiera quedado simplemente en otras manos, nos pasaron a otros dueños. Independencia? dónde?. A pesar de mis dudas de que seamos un país independiente - dudo que un país lo sea - debo reconocer que este día me gusta, sólo por el desfile característico que se hace por la Avenida 68, aunque me prometí hace un par de años que no volvería a ir a verlo. Entonces desde esa vez, prefiero quedarme en casa y verlo por televisión, es más cómodo, menos multitud, si llueve no te mojas, si hace calor no lo sientes, son más las ventajas.
No niego que me guste verlo, porque de verdad me gusta que aún vayan a estos desfiles centenares de personas a ver a nuestro ejército militar desfilar, pero es a esto a lo que voy, que digo que es contradictorio. Me gusta que la gente sienta orgullo por su país, que se emocione por sus militares, pero qué hacen los militares? unos responderán que defendernos, que luchar por nuestro bienestar, pero ¿a qué precio? asesinando a personas inocentes, y violando los derechos a los que todos podemos acceder, es ahí donde mi alegría por este día se nubla. Desfilamos aludiendo a los ejércitos que tenemos, a los aviones** de guerra, o de cargamento pesado, mostramos terror maquillado de orgullo, no sé de qué otra manera describirlo pero así es. Ver por televisión a todos esos militares, con sus caras pintadas, con sus armas, con sus uniformes, con sus gritos de guerra, me hace pensar que Colombia está preparada para la guerra, que mientras las noticias muestran una negociación para la paz en Cuba con los dirigentes de las FARC, acá en el territorio cuántas cosas no se estarán haciendo - sin el conocimiento de los colombianos - para atacar y acabar la guerra y la violencia por otros medios.
 
Nunca me ha gustado hablar de política, ni economía, ni nada referente a esos temas, de verdad me aburren. Además que por más interés que uno tenga frente a estos temas, siempre termino llegando a la misma conclusión: son pocos los cabezas huecas que nos gobiernan y los que se benefician con todas las decisiones que han tomado los gobiernos de estos últimos años, y muchos los que tenemos que luchar en silencio con esta injusticia, muchos los que lloran porque las muertes de sus seres queridos quedaron impunes, porque acá la justicia la maneja el que más plata esté dispuesto a dar, porque acá castigan al que se robó un pan en la tienda para poder alimentar a su familia, pero dejan libres a los que manejan borrachos y matan a personas inocentes, o les otorgan altos cargos a personas que se roban el dinero, políticos que tejen toda una serie de telarañas para que sean pocos los que ganen y más los que paguemos su sueldo.
Bueno por esto - y otras cosas más - no me gusta hablar de eso, porque no me gusta hablar mal de mi país, porque aún creo en la gente que aquí vive, en la palabra de esa gente, en su sonrisa, en sus Buenos días. Creo en lo bonito que es Colombia cuando la ven con los ojos de naturaleza, de ese verde que nos caracteriza, de esa diversidad de plantas y animales que nosotros - los pocos naturólogos por llamarlo de alguna manera - queremos conservar, y por eso cada día colocamos nuestro granito de arena. Quizás más adelante sean millones de granitos...
(de nuevo me desvié del punto al que quería llegar)
Y ves en televisión desfilar a no sé qué ejército, y ver en primer plano al presidente caminando hacia ese ejército en especial, y después muestran a un muchacho de ellos, es el hijo de nuestro presidente que decidió prestar el servicio, se detiene todo para que los papás puedan besar a su hijo, y la gente aplaude (y yo debo aceptar que me conmovió la escena unos segundos) y después siento algo no tan bonito, ¿cuántas personas (papás, hermanos/as, tíos/as) han querido visitar a sus familiares que hacen parte del ejército y no se les ha permitido? nos muestran esa clase de injusticias en nuestra cara y ¿qué hacemos nosotros? aplaudir, vaya que a veces somos ciegos. No es justo que por ser el hijo del presidente del país tenga privilegios y se detenga - así sea por unos cuantos segundos - el desfile sólo para que lo saluden. Las reglas son para todos y si hay familias que sufren porque no pueden ver a sus hijos o familiares, y no pueden ni darles un abrazo, entonces esa familia, así sea lo que sea, debe estar bajo las mismas condiciones. Pero no, para desacuerdo mío no fue así, injusto no?




 
**Esta es la parte que más me encanta, ver los aviones volar, primero porque siempre he soñado con la idea de volar por mi misma, quizás en otra vida fui (seré) ave, pero ver a estas máquinas volar, me produce un bienestar increíble, y segundo porque verlos en el aire, me parece que es uno de los inventos más creativos y útiles de toda la historia, acortan distancias, en un mundo donde todos estamos lejos de todos.

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