sábado, noviembre 15, 2014

Su vestido


Llegué a su carro por la puerta del copiloto, los vidrios negros no me dejaron verle inmediatamente, así que tuvo que bajar el vidrio, y ahí la vi, como siempre y como nunca la había visto, divina como siempre, y de vestido como nunca.

Entonces me sorprendí, y sonreí, porque esa mujer de vestido blanco, ojos cafés claros, pelo negro y mirada coqueta, era ella, sí era Ella, la que mis sueños escogieron a los dos días de verla y a la que no me canso de mirar una y otra vez, otra vez y mil veces.

Me gustas de todas las formas posibles!

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