domingo, julio 13, 2014

Brasil

Y bueno... Hoy se acaba el mundial, y tendremos que esperar 4 años más para verlo y emocionarnos de nuevo. Es una pena, debería ser cada dos años, pero el punto de este post no es ese.

Tuve la oportunidad de ir a Brasil, país increíblemente bello, No más llegar allá es espectacular, cuando te asomas a la ventana y miras la selva amazónica y el cauce del Amazonas, increíble, ves verde, y esa magnitud del río, y te das cuenta de lo inmensa que es la selva, y la belleza que lleva dentro.

Llegas, y empiezas a escuchar este otro idioma, tan parecido al español, pero también tan diferente a la vez, porque si no te hablan despacio, no agarras nada de lo que te dicen, pero para mí estuvo bien, me gustaba escucharlo, así no entendiera. Aunque debo reconocer que aprendí algunas palabras, y que quiero seguir aprendiendo más. Igual no necesitas hablarles en portugués, si les hablas despacio ellos entienden, y te ayudan si estás en apuros y necesitas ayuda. Esa es otra cosa que me gustó, la calidez de las personas, dispuestas a ayudar, o algunas sonrientes cuando veían mi cara de no haberles entendido nada de lo que decían, pero siempre con disposición.

Muchas cosas me gustaron, como por ejemplo la comida "Nossa!" deliciosa, tooooda, el sabor, las salsas, los postres, los fríjoles - que a mi poco me gustan - son deliciosos, incluso la gaseosa de allá es riquísima, y ni hablar de la caipirinha, te puedes tomar una, dos, tres, y no sientes nada, te paras, y lo sientes. Personalmente, me gustó más la que preparan con limón, o maracuyá, con piña no me gustó mucho. También probé dos veces cachaça pura (el trago con el que se prepara caipirinha), y me gustó más la segunda vez. La primera vez fue en Belo Horizonte con unos amigos brasileros, pero era muy fuerte, y sentí que se me quemaba la garganta, nada parecido a la segunda experiencia que fue con Andre y su chica, esa estuvo mejor, estaba fría, y no quemaba, deli.
Otra cosa que me gustó, fue el transporte, aunque Andre dice que es un desastre. En Río estuvo bien, tanto el metro como los buses que tuvimos que tomar. Llegabas rápido, y sin sentirte espichado. En San Pablo, la cosa era un poco más compleja, pero eficiente, se hacían más trancones si ibas en bus, pero nada que no veas también en Bogotá en hora pico, y el metro más complejo, pero rápido.
La playa... arena blanca, mar frío, pero soportable. A pesar de ser invierno, podías ver a las personas trotar, ejercitarse, surfear, broncearse - algun@s con sus tangas -, y lo más increíble, ver mujeres jugando fútbol. Hombres también claro, pero ver un grupo de chicas jugar a no dejar caer el balón en la playa? increíble, eso NO se ve acá. Acá las chicas o se quedan echadas en la playa bronceándose, lo cual no está mal, o simplemente están en el mar, pero ver a este grupo, me dejó boquiabierta, literal, eran divinas, y jugaban fútbol, mezcla perfecta. En general, hacen mucho ejercicio, lo cual me gusta bastante, no sólo vi eso en la playa de Rio, sino también en San Pablo. Es como si realmente hicieran caso a la frase "mente sana, cuerpo sano", ya que otra cosa que me encantó fueron las librerías que pude visitar. Una en particular me llamó la atención, Livraria Cultura, gigante, muchos libros, gente leyendo, muchos libros en inglés, muchos libros infantiles, con espacios para que puedan leer los más peques, divina! me hubiera podido quedar horas en ella. Entonces, en conclusión, la gente le interesa leer, de lo contrario no habría librerías tan grandes, o tampoco habría en las estaciones de metro máquinas que venden libros por 2 reales, 2 reales!!!, si no hubieran estado en portugués, hubiera comprado bastantes. Eso me encantó, que incentiven la lectura y eso demuestra porqué - según estudios realizados - los brasileros leen en promedio 4 libros al año, mientras que en Colombia el promedio es de 2 libros al año. Así que "mente sana, cuerpo sano", me gusta.
Sus jardines botánicos son enormes, y obvio, siendo el país con mayor diversidad del mundo, tienen muchas especies de plantas para mostrar. Además que puedes ver ardillas merodeando por ahí, o incluso puedes escuchar a los monos aulladores entre los árboles, pensando que están cerca, cuando en realidad puedes estar a cientos de metros de donde tu estás. Es hermosa la vegetación que encuentras en ellos.
Respiras fútbol, puede que haya aumentado porque estuve en plena época mundialista, pero lo que pude notar es que les importa más su equipo de la liga, que la selección, pero la gran mayoría sabe de fútbol. El país se detenía cuando Brasil jugaba, y a las pocas personas que veías en el metro, las veías con celulares de los que tienen antena viendo el partido.

La anfitriona de San Pablo, ni hablar, qué mujer más alegre y chistosa, servicial, y pendiente de que no me faltara nada...
Me gustó mucho verte, verte bonita y saludable, verte reír, verte feliz con alguien que - con lo poco que compartí con ella - vale la pena... Me gustó poder compartir de nuevo contigo, a pesar de que el tiempo fue poco. Gracias por aceptarme en tu casa, gracias por los desayunos, las risas, la ropa jajajja, las indicaciones, pero sobre todo gracias por el tiempo que pudiste compartir conmigo. Te quiero Picolísima! Mucho, y me hizo feliz verte bien.
(Creo que esto se acerca un poco a algo que puedes leer para saber algo de mi :P)


GRACIAS BRASIL :D
(Panorámica desde Pan de Azúcar, Río de Janeiro)

1 comentario:

Andrea dijo...

Qué linda morsa!!! Me alegra que la hayas pasado bien y que te haya gustado Brasil. Me encantó leer estas percepciones tuyas de Brasil, a mi también me parece que la comida es deliciosa, la gente super cariñosa y las caipiriñas buenísimas. Ah, y las chicas super guapas!!! jajajajaja.

Me encantó recibirte y pasar tiempo contigo. Un poco frío te recibió San Pablo pero es que estabamos en inviernito :)

Un abrazote, yo también te quiero mucho.