Como el anciano que está sentado en el jardín de la casa geriátrica esperando una visita que quién sabe Dios si va a llegar, y sus ojos resplandecen cada vez que alguien pasa cerca del portón, ¿cuántos años más puede vivir con esa ilusión?.
O la pequeña que toma cada diente de león que se encuentra en su camino, lo arranca, lo acerca a su boca, sopla y salen esas pequeñas semillas, algunas quedan en el andén, otras en la calle, otras en el pasto (la vida se va y vuelve), ¿cuántos hombres conocerá que la hagan sentir que se le va la vida o que vuelve a ésta?.
Como la esposa que espera en la sala del consultorio a que el doctor la llame y le cuente cuántos años, semanas o días de vida le quedan a su esposo, ¿cuánto tiempo le queda para seguirlo amando, días, horas o una eternidad?
2 comentarios:
Parecen historias cliché. Lo que duele es saber que son un cliché de la vida real.
bueno, y que estas esperando que te digan? muevete con lo que se te antoje!
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